El llanto de los animales humanos
Letargo
Primera frase:
El llanto de los animales humanos.
Si, somos seres
infelices, criaturas desdichadas que viven en una perpetua insatisfacción. y
resulta que da completamente igual cuales sean nuestras circunstancias, porque
ese desasosiego nos alcanza allá a donde vayamos. En ocasiones, la novedad
eclipsa ese sentimiento por lo que solo lo percibimos vagamente y a veces,
hasta tenemos la sensación de que desaparece por completo. Pero no, siempre
está allí, acechándonos para encontrarnos de nuevo.
Somos animales que
tienen una imagen mental propia completamente corrompida, siempre aspiramos a
la divinidad, pero en nuestro idilio llegamos a creer que éramos especiales,
como si estuviéramos separados del resto de Gaia, de la madre tierra, llámalo
como quieras, igualmente se que sabes a qué me refiero.
Ojalá no hubiéramos
desarrollado ese complejo de inferioridad que nos hace repudiar nuestras
raíces, nos sentimos azorados (unos más, otros menos), cuando reflexionamos
seriamente sobre el origen de nuestra especie.
Algunos asumimos ser
la obra maestra de un ser supremo que dio lugar a este magnífico escenario. Un
ser todopoderoso y magnánimo que después de crear la inconmensurable variedad
del cosmos se sentía insatisfecho y decidió superarse a sí mismo diseñando a
nuestra especie y otorgándole un noble pero aún desconocido propósito. Somos
leales, pero tal misterio negado, nos hace desgraciados.
Otros nos refugiamos
en la omnisciente lógica, esta nos otorga poder para hacer que se haga nuestra
voluntad . No tenemos la menor duda de que somos mucho más parecidos a deidades
que cualquier ser mitológico. Somos rigurosos pero siempre se nos escapan verdades
y eso nos hace infelices.
La humanidad se
desgarra las carnes mientras grita y llora, porque decidimos ignorar la
realidad en pos de fantasías y constructos de la mente. Porque nos volvimos
esclavos de un instrumento que debería estar a nuestro servicio...
...por
eso debemos amotinarnos.
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